Cantor, guitarrista y compositor nacido el 9 de marzo de 1893, Ángel Greco es uno de los integrantes de las páginas doradas del tango.
Comenzó, como varios de los próceres de la música ciudadana, trabajando en un circo hasta que la oportunidad se le presentó en teatros para poder hacer algo que realizaba, con mucha eficiencia y calidad, cantar.
Formó inolvidables dúos con Ignacio Riverol y Francisco Martino, recorriendo, junto a ellos, los escenarios de capital, el interior y la República Oriental del Uruguay.
Fue íntimo amigo de Carlos Gardel, pese a ser contemporáneos al cantar. Jamás “la competencia” profesional les hizo mermar la estima y el cariño que sostenían el uno por el otro.
Alguna de sus composiciones fueron: CARTITA PERFUMADA; CHINITA LINDA; EL CANTO DE LA SELVA; EL SAPO Y LA COMADREJA; HACETE TONADILLERA; LA MILONGA CELESTIAL; MI ÑATA; MI PAÑUELO BORDADO; NAIPE MARCADO; POBRE MADRECITA; SUEÑO DE AMOR.
El 4 de octubre de 1938 hizo el paso a la eternidad convertido en inmortal, entre los mortales.
Comenzó, como varios de los próceres de la música ciudadana, trabajando en un circo hasta que la oportunidad se le presentó en teatros para poder hacer algo que realizaba, con mucha eficiencia y calidad, cantar.
Formó inolvidables dúos con Ignacio Riverol y Francisco Martino, recorriendo, junto a ellos, los escenarios de capital, el interior y la República Oriental del Uruguay.
Fue íntimo amigo de Carlos Gardel, pese a ser contemporáneos al cantar. Jamás “la competencia” profesional les hizo mermar la estima y el cariño que sostenían el uno por el otro.
Alguna de sus composiciones fueron: CARTITA PERFUMADA; CHINITA LINDA; EL CANTO DE LA SELVA; EL SAPO Y LA COMADREJA; HACETE TONADILLERA; LA MILONGA CELESTIAL; MI ÑATA; MI PAÑUELO BORDADO; NAIPE MARCADO; POBRE MADRECITA; SUEÑO DE AMOR.
El 4 de octubre de 1938 hizo el paso a la eternidad convertido en inmortal, entre los mortales.
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