miércoles, 3 de marzo de 2010

Los 102 años de Roberto Maida


Roberto Maida.
Llegó desde Italia, con su familia, y vino a hacer la América como tantos otros inmigrantes. Recaló en el barrio de Balvanera y muy cerca de su casa empezó a gestarse el gran cantante.
El Restaurante DAMATO de Matheu y Victoria fue un lugar de encuentro con sus amigos. En los fondos del nombrado lugar se juntaban a cantar, hasta que un día en esa ronda musical se encontraba un empresario teatral, de apellido Ralbis, que le propone comenzar de inmediato a cantar en cines acompañado de un piano y una batería.
Maida no se animó, en principio, a dar el sí, pero la insistencia de sus amigos lo convenció y al poco tiempo cantó en los intervalos de la sala cinematográfica SEGUNDO COLISEO de Bernardo de Irigoyen y Venezuela. Los dueños de la sala, José y Antonio Galvano, quedaron fascinados con la flamante incorporación y al poco tiempo colocaban una gran foto del novato cantante, en la marquesina principal.
No pasó mucho tiempo y Clemente Lococo, dueño del cine Astral, se lo lleva a su sala y allí canta junto a Armando Baliotti, Miguel Caló y Raúl Kaplún. El pianista era René Cóspito, tenía solo 15 años.
En 1925, el anteriormente nombrado, Miguel Caló lo hace debutar en su orquesta, en forma profesional, y al poco tiempo lo lleva de gira por España junto a: Cátulo Castillo, Alberto Cima, Ricardo, Carlos y Alfredo Malerba. La gira fue más que exitosa, llevaron el tango por muchas ciudades españolas. En este viaje conoce a Carlos Gardel
Cuando regres, de tierras ibéricas, Bayón Herrera y Manuel Romero se lo llevan a cantar en la obra teatral que presentaban en el Sarmiento. Le piden que estrene un tango y elige TE ODIO, el que grabó con el acompañamiento de los guitarristas Iglesias, Besada y Arrieta.
Seguidamente viaja a Portugal, con el gran Bachicha, y obtienen un éxito arrollador. Tanto fue el suceso de esta formación que se quedaron durante un mes y medio y tocaron en los bailes de carnaval.
Al término de la gira lusitana, llegó el turno de visitar territorio galo. Ahí se reencontró con Gardel de quién fue vecino, en su estadía.
Estando en París, los integrantes de la orquesta se encuentran circunstancialmente con Eduardo Bianco que pide a Maida y algunos músicos más que lo acompañen en sus siguientes presentaciones en Hamburg, Alemania. Viajaron con Bianco a territorio germano: Maida, los bandoneonistas Héctor María Artola y Juan Pecci, el violinista francés Simón y el contrabajista Mario Melfi.
En una de las presentaciones en Alemania, mas precisamente en café-concert "Bocaccio", conoce al General Juan Domingo Perón, quién era conspicuo bailarín de ese reducto. Antes de regresar a Paris pasó por Cologne, München y Berlín, con un arrollador éxito.
Consiguieron, con Manuel Pizarro, un contrato por 7 meses en Londres. En esas presentaciones tenían un ferviente admirador, el príncipe de Gales, que todos los jueves iba a lucir sus elegantes pasos bailando tango.
Vuelven a París y al tiempo los convocan para actuar en Bélgica, Holanda y nuevamente España.
Cuando en 1933 termina su impactante gira europea, Samuel Yankilevich lo contrata para cantar en, la querida, Radio Belgrano. El empresario radiofónico lo recomienda, posteriormente, a la orquesta de Francisco Canaro y con ella trabaja durante 5 años y graba 200 temas.
Culminada la experiencia con Canaro funda su propia orquesta. La componen los bandoneones de Héctor María Artola, Máximo Mori y Tití Rossi, Antonio Rodio, Cervo y el Pibe Mario Núñez en violines, el pianista Cimarro y Francisco De Lorenzo en contrabajo. Los arreglos y dirección eran de Argentino Galván. Con esta formación tocan en la boite Ocean y las radios Belgrano y Sarmiento.
En la nombrada LR3 Radio Belgrano, cantó también con la orquesta de Antonio Sureda.
Desde donde se lo mire fue un autentico embajador del tango. Han pasado 102 años de su llegada al mundo. Jamás se lo debe olvidar, ni a él ni a su obra.

Juan Imperial

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