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| Un caballero, un señor: Hugo del Carril. |
El 30 de noviembre de 1912 nacía, en el barrio de Flores, el cantor, actor y director de cine Hugo del Carril.
Fue un caballero, con todas las letras. Mezcla de hombre de campo y porteño de estampa delicada plasmó un estilo bien marcado tanto en el canto como en la actuación y en la dirección cinematográfica.
Fue hombre de la Unión Democrática pero con el paso del tiempo adhirió al peronismo de manera tan franca que fue la voz de la marcha "Los muchachos peronistas".
Su amistad con Juan Domingo Perón y la enorme estima que, el tres veces presidente constitucional, le tenía le permitió desarrollar una formidable carrera como cineasta en la que dirigió las siguientes películas:
Historia del 900 (1949), Surcos de sangre (1950), El negro que tenía el alma blanca (1951), Las aguas bajan turbias (1952), La Quintrala, doña Catalina de los Ríos y Lisperguer (1955), Más allá del olvido (1956), Una cita con la vida (1958), Las tierras blancas (1959), Culpable (1960)
Amorina (1961), Esta tierra es mía (1961), La calesita (1963), La sentencia (1964), Buenas noches, Buenos Aires (1964), Yo maté a Facundo (1975).
Su casa de la Avenida San Pedrito 256 fue derrumbada pese a la pelea de vecinos e incluso de su hijo por evitar la perdida de la propiedad que fuera durante muchos años una Unidad Básica del Partido Justicialista. En su lugar se levanta un edificio.
Hugo del Carril un hombre que vale como ejemplo de valores, lealtad y hombría de bien, a 102 años de su llegada al mundo.
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