martes, 23 de marzo de 2010

El gran Alberto Caracciolo cumple 92 años.

Alberto Caracciolo y uno de sus amores, el Bandoneón.
Ha sido un grande en todo aspecto, como persona, como músico, como esposo, como papá y como abuelo. Pasó fugazmente por el jazz pero brilló con inusitada luz en el tango. Dejó una estela propia pletórica de talento. Alberto Caracciolo, el hombre de Palermo, ha sido un fuera de serie que quedó en la historia grande de nuestra música ciudadana.



A los 8 años comenzó a estudiar música y con tan solo 16, debutó en la orquesta de Antonio Arcieri.

Acompañó, con su bandoneón a Azucena Maizani

Tocó para Ángel D’Agostino, el Quinteto de Tango Contemporáneo y un trío que formó en los años 70.

Hizo arreglos para Aníbal Troilo y bandas de jazz.

Escribió los tangos: DOLOR; TEMA DE TANGO EN RE MENOR; TEMPLO 59; CHIQUI; CON RUMBO AL CIELO; REQUIEM PARA UN GOMÍA; TEMA DE TANGO EN SOL MENOR; AMOR EN GRIS; BUENOS AIRES DOS POR CUATRO y TANGOMANÍA, entre otros

Compuso sus letras junto a Azucena Maizani, Pedro Ortiz y Fernando Fuenzalida, entre varios más.

Cítase, en líneas anteriores, que ha sido un extraordinario ser humano. Gran persona con sus amigos, a quienes rendía permanentemente culto. Un ejemplo de ello es el tango Réquiem para un Gomía, que le escribiera a Carlo Gardel, su amigo. Como esposo fue un eterno enamorado de su esposa Dicna, a la que le dedicó un tango que lleva como título el apodo con el que él llamaba su amada, CHUIQUI. Como padre fue un muy cariñoso con su hija y como abuelo no fue menos demostrativo. Con su nieto se adoraron, profundamente. Dedico, ante la muerte de su padre, el tango CON RUMBO AL CIELO.

Hizo gala de una humildad envidiable, su perfil bajo lo hizo trascender mucho menos de lo que su talento ameritaba.

Nació en Palermo el sábado 23 de marzo de 1918. Partió a la eternidad el lunes 31 de enero de 1994.

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